
Tareas imprescindibles para cambiar de estación
Aunque en algunas zonas de España parece estar un poco remolona, la primavera llega por fin y con ella muchos cambios que son necesarios, como las tareas imprescindibles para cambiar de estación que os traemos en este post. Para empezar, cambiaremos el armario con todo lo que supone y, aunque el refranero sabio nos dice que hasta el cuarenta de mayo no nos quitemos el sayo, la ropa más cálida ya puede ir a los estantes más altos del armario de manera definitiva.
También cambiamos nórdicos por colchas y en muchos hogares se dejan atrás cortinas gruesas para colocar visillos más frescos. Las gruesas alfombras se recogen y las habitaciones se ven más despejadas y mucho más ligeras a la espera de que así resulten frescas y agradables cuando llegue el calor intenso del verano.
Estos cambios afectan a todo el hogar, pero no son solo cambios de una prenda por otra, sino que también se da paso a elementos como el color, que cobran especial importancia en primavera. El color afecta a nuestros estados de ánimo y con la llegada del buen tiempo todo parece pedir tonos claros, frescos y que nos transmitan optimismo.
Fuera los elementos de calor
Ya hemos dicho que una de las primeras cosas que hay que hacer para cambiar de estación es retirar todos los elementos de calor. Esto no solo incluye cortinones o alfombras, sino también otros elementos que puede haber en la sala de estar o en el dormitorio, tales como cojines de terciopelo o de pana. Este tipo de complementos son muy agradables cuando hace frío pero pueden ser agobiantes con la llegada del calor.
Y si un cojín puede hacer que acabes sudando, cuánto más las típicas mantas polares que muchas personas ponen en los respaldos de los sofás. Es cierto que son muy prácticas cuando hace frío, pero nadie quiere verlas siquiera cuando hace calor, al igual que tampoco se quieren ver los cubrecamas gruesos por muy decorativos que resulten.
En lugar de eso, es preferible usar fulares decorativos, que quedarán igualmente bonitos pero que no transmitirán esa sensación cálida que tanto nos gusta en enero, pero que en agosto está de más.
Y lo mismo ocurre con las fundas de sofá y de sillas. También las hay que son más adecuadas para el invierno y las que encajan mucho mejor con el ambiente fresco del verano.
Tu sala de estar necesita aire fresco
Darle un soplo de aire fresco a tu sala pasa, evidentemente, por cambiar la funda del sofá por una que resulte más fresca ya sea por el material del que está hecha ya sea por el color.
Si durante el invierno has apostado por un color chocolate o un beige oscuro, ¿por qué no apuestas por los tonos más frescos ahora que ha llegado el buen tiempo? Una de tus tareas para el cambio de estación debería de ser guardar la funda del sofá que has usado durante el invierno y cambiarla por una que invite a celebrar el buen tiempo.
Funda beige / Funda Cubresofá beige acolchada / Funda Cubresofá beige
Los amarillos son tendencia este verano y una funda en este color para tu sofá no solo será toda una invitación para que luzca Lorenzo, sino que además le dará un toque muy atractivo. Si tus cortinas son de tono neutro puedes comprarles unos recogedores en un color a juego para que queden perfectamente conjuntados.
También puedes apostar por el tono morado, un color llamativo y muy alegre que, sin duda alguna, va a llamar la atención y va a hacer que tu sofá cambie de apariencia totalmente. Ten cuidado tanto si elijes el morado como el amarillo, ya que deben de combinar también con el color de tus paredes para que todo quede armonioso y bien encajado.
Los blancos son una opción que nunca pasa de moda y, aunque puedan resultar un poco más manchadizos, dado que las fundas son muy fáciles de lavar tampoco importa demasiado. Sin duda, el blanco puede darle a tu sala de estar un aire puramente veraniego y fresco como ningún otro tono puede hacer, una apuesta arriesgada pero que gracias a las fundas es muy fácil de conseguir.
¿Por qué no darle un toque más primaveral al comedor?
El comedor también puede conseguir un aire mucho más fresco gracias a las fundas para las sillas. Al igual que las fundas para sofás puedes elegirlas en una gran variedad de tonos, por lo que te resultará fácil combinarlas con el resto de textiles del comedor y que además encajen también con tus gustos personales.
Un truco para que el comedor se vea totalmente primaveral son las flores y las plantas. Evidentemente, las flores frescas son siempre la mejor elección y la más bonita. Pero si no quieres estar pendiente de tener que cambiarlas cada pocos días puedes colocar en el centro de la mesa un jarrón con flores artificiales. El truco está en que sean de muy buena calidad para que no se vean feas y en que los colores combinen con los de las fundas de las sillas.